Pillo Monster, muralista de Tezonco

23/07/2025

Pilar, quien firma con el nombre guerrero de Pillo Monster, no pinta por encargo ni por moda. Ella traza con temple de origen: con el brazo derecho del arte y el izquierdo de la memoria. Nacida y criada en Iztapalapa, y radicada en Lomas de San Lorenzo Tezonco, se ha erguido como cronista visual de su barrio, donde los muros se vuelven códices, y la brocha, vara de adivinación que hurga en el subsuelo de los recuerdos.

La vemos hoy, tiza en mano, frente a una barda perimetral que antes era solo concreto. Ahora, por su intervención, se transforma en un lienzo que habla, canta y recuerda. No retrata una historia oficial, sino la historia sentida: casas de adobe, volcanes tutelares, nopaleras, danzantes y cielos cubiertos de estrellas que han visto crecer generaciones enteras entre polvo, rebeldía y ternura.

La obra que realiza no es sólo muralismo; es una cartografía afectiva que mezcla símbolos, ritmos populares y saberes de barrio. En su trazo conviven el maíz y el machete, la bicicleta y la montaña, el mito y el presente. No hay en ella nostalgia decorativa, sino una afirmación orgullosa: esto somos, esto seguimos siendo, a pesar de todo.

Pillo Monster no necesita que el arte le sea explicado, porque lo vive. Su estética está empapada del calor del periférico, de la música de tianguis, de las sombras de eucalipto en medio del asfalto. Su mirada no romantiza ni denuncia: dignifica. Reconstruye la dignidad de su territorio con cada pincelada que le arranca al muro lo que éste no sabía que contenía.

Y así, mientras las bardas se blanquean para olvidar, ella las oscurece para recordar. Pillo Monster, desde su trinchera visual, levanta un mural como quien levanta un altar, no para adorar el pasado, sino para hacerlo presente. Como una deidad menor del maíz y la cantera, esta artista iztapalapense inscribe su nombre no sólo en la pintura, sino en la historia viva de Tezonco.